sábado, 19 de septiembre de 2009

El desmantelamiento de la ciencia en México

El siguiente texto (con pretenciones dizque serias, un tanto fatalista y conclusiones casi nulas) es una pequeña reflexión en torno a conversaciones que he tenido con algunas personas, lo leído últimamente, lo visto y sentido (uy) recientemente, así pues ahí les va. Parto de una obviedad: Epidemias, rezago educativo, pobreza, narcotráfico, desempleo, corrupción, sedentarismo, urbes contaminadas, polución audiovisual y un considerable etcétera ha traído el desmantelamiento de la ciencia en México. El neoliberalismo en México llegó como una gigantesca avalancha y arrasó con lo que pudo: la seguridad social, la educación, los programas sociales destinados a la marginación y a las adicciones, la creación de fuentes de empleo y la estructura urbana de nuestras ciudades. Mostró su brazo fuerte con el ascenso de la Telecracia respaldada por un puñado de familias que controlan al país, desde los Terrazas hasta los Vázquez Raña, pasando por los Servitje, los Santos, los Zambrano, los Vergara, los Salinas, –esta hasta por demás mencionar- los Slim y los Azcárraga. Este grupo de familias supo penetrar paulatinamente su ideología con base en el proyecto neoliberal, para así ajustar las políticas públicas y sus consecuentes reglamentaciones a sus necesidades, o más bien a las necesidades que requieren sus emporios. Prácticamente, los imperios económicos de estas familias están sustentados en la desigualdad económica que el modelo económico actual genera en el país, pero también en el avance científico y tecnológico. Veamos. Durante la transmisión de un partido de futbol en televisión abierta, resulta común que los empleados de las televisoras, los comentaristas y analistas, presuman de poseer la famosa Cámara Phantom, con la cual se puede visualizar cuadro por cuadro un paradón de Paco Memo o el desplazamieto de la joroba de Cuauhtémoc Blanco al ejecutar un tiro libre. Al medio tiempo podemos oír al Osito Bimbo disertar acerca de la alta tecnología aplicada en la preparación y confección de sus famosas donas. Del mismo modo un trabajador de la construcción y su hijo nos presumen la calidad del cemento mexicano gracias a la tecnología y un pequeño perro parlanchín nos ilustra sobre la magia de la telefonía y el internet. Aparentemente podríamos pensar que todos esos beneficios son gracias a la ciencia mexicana, pero en realidad no es así. Estas gigantes compañías no producen tecnología alguna, pero lo que sí generan es Know How (Como hacerlo): mediante grandes cantidades de dinero se compra la tecnología a compañías extranjeras para poder aplicar ésta, así como la consecuente maquinaria, piezas, etc. Lo cual crea por lo tanto, un costo aún mayor en los productos o servicios que utilizamos todos los días. Para el neoliberalismo es imprescindible la apertura comercial para consolidar el libre mercado, de ahí la preocupación por firmar tantos acuerdo comerciales (México es el país que más tiene) impulsados por órganos de la derecha como la COPARMEX, por ejemplo. Por tanto bajo esos códigos neoliberales lo importante es privatizar. Por ejemplo, PEMEX básicamente se volvió una empresa de extracción, los aspectos ligados a la exploración, refinación, transporte y petroquímica han quedado atrás. No hay científicos ni ingenieros mexicanos enfocados a estos aspectos, más aún, la ciencia y la tecnología aplicada a la extracción se compró mediante el Know-How. Otro ejemplo: tras el brote de influenza AH1N1, los científicos mexicanos se ven imposibilitados de crear por sus propios medios vacuna alguna, es más, les fue imposible tener las herramientas necesarias para percatarse de la evolución de esta enfermedad. El actual gobierno reduce dramáticamente el presupuesto al ámbito científico, para así poder mantener sus privilegios y lazos con los gigantes socios transnacionales, que tanto lo apoyan. No conformes con eso bajo el lema de “divide y vencerás” clasifican los posgrados en útiles e inútiles, y reducen las becas y recursos haciendo pagar la novatada a los de reciente creación. Las Ciencias Sociales han sido reducidas a conocimientos curiosos, para que la gente se sienta interesante, tenga una charla amena en una fiesta o se gane una buena lana en algún programa de concursos pretencioso. Las Ciencias Sociales se están eliminando poco a poco de los programas de estudios de la educación básica, media y media superior, lo cual lleva al ciudadano a ser menos crítico y objetivo en sus juicios y por tanto a aceptar la realidad pasteurizada que le brindan los medios de comunicación oficiales. Finalmente, se ha creado un elitismo científico (en el que varios se acomodan muy bien) donde una vez construido un nombre lo que importa es mantenerse ahí, con sus privilegios, sus medallas, sus condecoraciones y su soez fanfarronería. Así pues, quien lleva las riendas políticas y económicas en México son los llamados tecnócratas. Obviamente la ciencia y tecnología al servicio del capital y sus organismos financieros y no de la humanidad (eso son niñerías, utopías, mamadas). Aportemos pues nuestro granito de arena. el rey feo

jueves, 10 de septiembre de 2009

BUENÍSIMO...JA JAJA

Sin palabras. Después del bochornoso acontecimiento ocurrido ayer en el aeropuerto de la Ciudad de los Palacios donde un pastor boliviano -con la intención de alertarnos de una posible catástrofe- intentó secuestrar un avión con un bote de Jumex, jajaja... hay ya mejor los dejo con la caricatura, no tiene madre, jajaja...

Hernández/Retrato hablado. Cartón aparecido jajaja en La Jornada el día de hoy.

el rey feo

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Frase célebre

La ilustración de acá arriba, por sí misma dice más que mil palabras, interprétenla como deseen. Dos manos cubiertas por gruesos guantes, sujetando un voluminoso conducto perteneciente al gigante engranaje de una plataforma petrolera. Las referencias fálicas resultan elocuentes. El petróleo históricamente ha sido un bastión del nacionalismo mexicano, orgullo patrio e indispensable para la economía del país. Por ahí en la revista Proceso, me encontré esta curiosa frase, autoría de Eduardo Caccia, un estudioso de la conducta del consumidor: "El doble sentido vive en las fibras del mexicano. El albur como el petróleo, es un recurso nacional, pero a diferencia de éste, es renovable". Caray. *La imagen es una vieja tarjeta de teléfono. el rey feo